0
0
Durante la semana se entrenó bien para poder llegar al partido de ayer en el mejor estado de forma y poder seguir con nuestra racha. Como dijimos en la crónica de la semana pasada: Que el ritmo no pare, NO PARE! , llegábamos en un buen estado de forma tras ganar tres partidos con portería a cero. Hacía frío, mucho viento y nos visitaba el líder, todos los ingredientes estaban listos para disfrutar de un buen encuentro.
El balón empezó a rodar y debido al respeto mutuo el partido empezó sin un claro dominador. Nadie quería errar y por ello no robábamos demasiados riesgos, por lo que las pocas sensaciones de peligro que se lograban eran mediante aprovechar la recuperaciones tras los despejes rivales. Pese a ello, no hubo ninguna ocasión clarísima en los primeros minutos.
Aunque el líder fue el primero que llegó a pisar área sin demasiado peligro, éramos nosotros los que ganábamos más duelos y por lo poco que se jugó, los que más cerca del área rival se encontraban. Aun así partido muy parado, aunque no hubo violencia, sí que hubo muchas faltas, protestas, discusiones, provocaciones… Además el árbitro no ponía las cosas sencillas, tenía un criterio cambiante amonestando algunas faltas y dejando sin tarjeta el mismo tipo de faltas.
Con este panorama llegamos a la media parte: partido muy parado, igualado, con poco fútbol y un árbitro que no dejaba contento a nadie. Nos fuimos al descanso teniendo claro una cosa: debíamos seguir fuertes en nuestra línea defensiva y aprovechar las pocas que pudiésemos tener, ya que tenía toda la pinta que sería un partido de pocos goles. Con este discurso tocaba salir a dar la cara durante la segunda parte.
Pero poco de lo explicado en el vestuario a la media parte se pudo hacer. Corría el minuto 51 y tras un despeje por parte del equipo visitante que casi monta la contra rival, Aleix llega tarde y se enzarzan: una colleja, una patada, un rodillazo, uno al suelo, al otro lo apartan y salta gente del banquillo para separar. El árbitro que se lo miraba todo desde la distancia y tras analizar la situación, decidió pitar el final del partido.
Los equipos nos quedamos sorprendidos de la reacción del colegiado y empezábamos a preguntar si se suspendía o si se iba a reanudar a la espera de presencia policial. La policía ya estaba en las instalaciones, pero el árbitro ya tenía la decisión tomada: se suspendía el partido para otro día. Se justificaba diciendo que el ambiente estaba muy caldeado y que tenía que expulsar al dorsal 3 visitante, por lo que la tensión iba a ir en aumento. Supongo que el hecho de que el equipo rival tuviera un juicio pendiente por un caso parecido hace un par de semanas, también precipitó la decisión del colegiado.
Así que como dice el título del post: Coitus interruptus en el Mpal. de Cabrils. Nos quedamos todos, jugadores, cuerpos técnicos y público, con la sensación de que aún quedaba tela por cortar pero el árbitro decidió suspenderlo. Pese a que no ha acabado el encuentro y a la espera de saber qué día se jugará lo que queda, cuarto partido que pasa sin encajar un gol, que teniendo en cuenta los rivales de estos últimos 140 minutos es un dato que habla muy bien de nosotros, de nuestra intensidad y nuestro compromiso como equipo. Solo queda seguir trabajando esta semana para poder salir de nuevo el fin de semana.
[…] equipo y tenemos a otro sancionado por el partido suspendido que comentamos la semana pasada (crónica aquí). Con estas circunstancias llegamos al campo y entramos a […]
[…] a que debíamos descansar, tendremos que jugar el partido atrasado contra el Tiana, del cual dejo aquí la […]