
Inúu, el apartado para mayores de 16 años de Caldea, como principal atracción de la escapada de este fin de semana pasado a Andorra. También traeré una excursión a Solanell, un pueblo abandonado en vías de rehabilitarlo, así como algunos consejos para moverse por el principado.
Inúu era nuevo para mí y no me ha defraudado. Aunque ya había ido a Caldea, cuando fui no existía este espacio para adultos. Por ello quiero traer en el post de hoy mi experiencia, no solo de este nuevo apartado, sino del fin de semana en general, así como algún consejo de pasados viajes al principado de Andorra.
Inúu y Caldea en general:
Uno de los recuerdos malos que tenía de Caldea era la masificación según la temporada y el rol de niño que tienen los críos en un centro de relajación como este, por eso con Inúu y la escapadita a Caldea de esta vez han sido diferentes. Como también nos cogimos el lunes de fiesta, aprovechamos para ir a Caldea y a Inúu ese mismo lunes a media mañana. Un completo acierto.
Con la entrada mañana y tras el paso por vestuarios, entramos a Inúu. No sé si por ser lunes y a esas horas, pero no estaba nada masificado y se podía disfrutar de todo sin tener que esperar a que se vacíe ni sintiéndote incómodo porqué alguien está esperando, todo iba fluyendo según apetecía. Nuestro recorrido fue del espacio de agua termal y la parte exterior, al espacio de reactivación, con saunas, mármoles calientes o duchas cromáticas. Buen primer asalto de relajación.
Ya nos estábamos arrugando en demasía, pasamos al típico Caldea y su espacio termo-lúdico. Ya habíamos estado y entiendo que todo el mundo ha ido. Si bien es cierto que había más gente que en Inúu, se estaba más tranquilo que la última que fui.
Para acabar la visita a Caldea, tocaba probar el apartado Orígenes. Ahí si que se estaba prácticamente solo. Una terraza en la parte más alta del lugar, con una piscina con pomelos y el baño azteca. También había jacuzzis exteriores y más saunas, pero ya se estaba alargando la mañana.
Buena y relajada mañana en pareja, que sirvió para desconectar y cargar pilas de cara a la nueva semana que comenzaba.
Hoteles que recomiendo:
Como podréis entender y siendo de Barcelona , no era la primera vez que visitaba Andorra. Por ello, no solo os voy a hablar del Hotel Imperial, donde me hospedé esta vez.
La verdad que no tengo quejas serias sobre este hotel, la verdad que estuve muy cómodo y no eché nada de menos. Pese a no poder fumar, teníamos una terracita donde poder hacerlo al aire libre. El desayuno era muy completo, tenías dulces con croissants, madalenas, donuts…. Y salado con embutido y pan, añadiendo también fruta variada, cafés y zumos. Otro punto que también me gustó del desayuno fue el amplio horario hasta las 10.30.
Hotel Imperial se encuentra en St. Julià de Lloria, el primer pueblo al pasar la frontera. Como teníamos coche, además de tener pensado ir a visitar un pueblo en territorio español era una muy buena opción para estar a tiro de todo. Muy buena pizzería en la planta baja, Pizzería d’Angelo.
En verano subí a ver la etapa reina de la Vuelta a España y como la etapa acababa en la Gallina, también nos hospedamos en St Julià de Lloria, esta vez más cercano a la montaña y más alejado de la carretera, en el Hotel Sol Park. Muy buen Hotel, con muy buen desayuno y más alejado de la circulación.
Si solo tenéis pensado ir a Caldea, Andorra la vella y compras, y no utilizáis vuestro coche, quizás el Hotel Metrópolis os va mejor. Yo fui hace 6 años, en otra escapada, y la verdad que no recuerdo tener queja.
Escapada a Solanell, pueblo abandonado:
No es la primera vez que hablo de este pueblo aquí en el blog. De hecho, en los posts Mi primer libro y Ozaru, en busca de la libertad, ya os hablé de él, pero este fin de semana por fin lo pude visitar.
Salimos prontito, tras el desayuno, dirección Castellbò, un pueblo a 18 minutos en coche de la Seu d’Urgell. Ahí aparcábamos, visitamos el pueblo que también es precioso y subimos caminando a Solanell. Se puede subir en coche, pero el camino estaba helado en algún tramo y preferimos subir caminando, también nos ayudaba a trasladarnos a la realidad del libro.
Tras una hora y media subiendo, pudimos llegar, descubrir y fotografiar el bonito pueblo en ruinas. Justo cuando ya nos íbamos a ir con nuestras fotos bajo el brazo, se escuchó preguntar a una voz humana y respondimos. Era Tomás, el único habitante actualmente, que nos estuvo dando un montón de información útil para aprender más sobre Solanell, a la vez que nos enseñó alguna casa. Enamorado nos fuimos y sin duda volveremos en breves.
Aparcar y moverse:
Una de las cosas más complicadas de gestionar en Andorra es el parking. No hay muchas plazas y las que hay son de zona azul o parking. No tengáis miedo en aparcar en ellos, sobre todo en los parkings exteriores, ya que podéis perder mucho tiempo en buscar una alternativa y estando de vacaciones, el tiempo es oro.
Además, en mucho de ellos te regalan la primera media hora o así, por lo que, si solo vas a parar a hacer cuatro gestiones, te puede salir gratis. Un apunte de cara a Sant Julià de Llòria, en los parquímetros de la zona azul pone que es obligatorio pagar los domingos. Es mentira, los parquímetros son para todo el principado y la obligatoriedad de los domingos es solo en Andorra la Vella.
Las compras, ya no son lo que eran:
Recuerdo que antes, cuando el chaval de 30 años que os escribe tenía 12 o así, que ir a Andorra era la panacea para ahorrarse un dinero en la compra de un montón de productos: alcohol, tabaco, colonias, electrodomésticos, productos de música, de automoción, material de esquí, ropa…. pero de un tiempo para acá ya no es tan así.
Ni hay tanta diferencia ni necesito tantas cosas, no por ello esta vez iba a renunciar a comprarme algo que sé que consumiré si o si, por lo que reduje la compra a tabaco y gasolina.
Hasta aquí este repaso a la escapada de la pasada semana a Andorra, con visita a Solanell, Caldea, Inúu y Origens, todo aderezado con unos consejitos y opiniones de mis experiencias por el principado. Pese a que sí que os he contado mi viaje a Perú del pasado verano, ya os dije que de cara a este 2019 habría novedades. El libro ya se está escribiendo, el cambio de diseño se hizo efectivo ayer y faltaba traer alguna escapadita. Esta será la primera de muchas, eso espero, así que estad atentos a futuras escapadas!
No conocía Solanell, y mira que he estado en Andorra unas cuantas veces.
Y respecto a lo de las compras… coincido totalmente. Aquí la de 33 años que flipaba comprando en Andorra cuando tenía 10 🙂
Bueno, realmente no esta en territorio andorrano y si yo lo conocí fue buscando pueblos abandonados donde localizar el libro, imagínate!
Y si, que tiempos aquellos en los que ir a Andorra era nuestro Black Friday 😉