0
0
Viajar en Semana Santa, esa época tan complicada para viajar debido a la inestabilidad meteorológica, pero que tanto se disfruta.
Viajar en Semana santa, como todo en esta vida, tiene pros y contras, pero este año creo que era que necesario. Aunque no pude disfrutar como me hubiera gustado debido a una lesión de rodilla, el tiempo se nos puso de nuestro lado y pese a estar mucho por tierras gallegas, pudimos disfrutar del sol mucho más de lo esperado.
Este post, como ya hice en su día con mi post del Viaje a Perú en 3 semanas, recogerá otros posts donde explicaré de manera extensa, con consejos y detalles de algunas experiencias que creo que se merecen una especial atención.
Queríamos ir a Galicia y siendo de Barcelona , no queríamos hacer tantos kilómetros seguidos y preferimos partir en dos, tanto la ida como la vuelta. Al ir, parando a ver la Itzulia y al volver, durmiendo en Vitoria. En Castro Urdiales en un Hostal correcto pero algo estrecho y a la vuelta en Vitoria en un Hotel 4 * bastante bien de precio donde cenamos y descansamos como tocaba.
Nuestra primera parada fue Santiago, pero viniendo de Castro Urdiales hicimos algunas paradas en lugares que teníamos marcados. Comimos en Ribadeo y paramos en la Playa de las Catedrales, un precioso escenario donde visualizar como actúa la marea en la costa.
También hicimos un café frente a la catedral de Mondoñedo antes de llegar a Santiago y acomodarnos en el apartamento. Ese día poco hicimos y dejamos la visita a Santiago de Compostela para el día siguiente.
Disfrutamos de su Plaza Obradoiro, Plaza Cervantes, su bonito casco antiguo de callejuelas y donde degustamos una rica comida en Casa de Xantar O Dezaseis. Antes de dirigirnos al siguiente destino, hicimos una visita al Cabo de Finisterre, su Faro y su precioso entorno. Lo visité en mi viaje en 4o de ESO y sin duda se tenía que repetir, ya que es un lugar a visitar si o si.
Siguiente parada O’Grove, ese primer lugar donde haré un post a parte, ya que me quedé enamorado de las Rías Baixas. De momento os dejo el itinerario que hicimos, ya me extenderé en un futuro.
Nos hospedamos en el Hotel Puente de La toja, que nos encantó y nos atendieron de manera exquisita. El primer día subimos al mirador y luego nos pasamos por Cambados a pasear y comer, para acabar el día en la Illa Darousa, por la que me hubiera encantado pasearme en bici, pero por la lesión que os he comentado, no pudo ser.
El segundo día nos llovió y preferimos empezar a hacer camino al siguiente destino, Vigo, ya que tampoco podíamos visitar mucho más. Paramos en Pontevedra a comer y pasear por la ciudad, para acabar llegando al hermoso Loft de Francisco, donde estuvimos muy a gusto.
Queríamos ir a las Cíes el primer día en Vigo, pero el pronóstico del tiempo nos la jugó y lo que tenía que ser un día de lluvia fue un día de sol radiante. Ya que nos pilló a contra pie, visitamos el Castelo do Castro, que regala unas preciosas vistas de la ciudad y la ría.
Al día siguiente si, pudimos ir a las islas Cíes, lugar al que le dedicaré otro post entero ya que creo que hay detalles donde toca extenderse para poder explicar bien todos los detalles.
El hecho de tener que ir a las Islas Cíes el segundo día, nos hizo llegar al siguiente destino muy tarde, al camping que teníamos reservado cerca de Ourense, el camping Canon do Sil, donde dormimos muy bien en nuestro bungalow y al despertar pudimos disfrutar de la preciosa vista que ofrece la situación de dicho camping.
Dejamos el camping para visitar Ourense, caminamos por el casco antiguo, visitamos ambos puentes y nos paramos en un bar cercano al Ponte Romana para tomar una cerveza. Mas tarde fuimos a comer a las afueras para empezar a hacer camino dirección Figueruela de arriba, ya que a primera hora teníamos una salida para observar lobos en la Sierra de la Culebra.
Dormimos en la suite del Hotel Rural La Robla, que al ser rural tiene poco de suite en cuanto a tecnología pero muy acogedor y completo, tanto en la atención como el servicio que ofrecía y a muy buen precio. Teníamos que salir pronto y nos dieron un termo y una cesta muy completa (café, zumos, fruta y bollería).
Después vino la salida a ver lobos con Lobisome en la Sierra de la Culebra. Una salida que contaré con más concreción en un futuro post, pero que quiero resumir de manera breve. No pudimos ver ningún lobo, si que vimos ciervos y corzos, pero nos pudimos enterar de la problemática que hay y el poco respecto por parte de autoridades y amantes de la caza hacia a este precioso animal. De hecho os adjunto una petición de Carlos, la persona encargada de Lobisome, para salvar al lobo de los censos oficiales, planes cinegéticos y reservas de caza en CyL.
Tras esta salida empezamos el camino de vuelta, haciendo una parada en León para probar las buenas tapas del húmedo, presentar la catedral a mi novia, que no la conocía. Luego seguimos hasta Vitoria y llegamos al Hotel Silken Ciudad de Vitoria donde descansamos la última noche. Al día siguiente, una vuelta de lluvia de barro y la caravana en la autopista nos hizo recordar que se nos acababa una preciosa Semana Santa en pareja.
Y hasta aquí un breve resumen de lo que ha sido Viajar en Semana Santa por Galicia y otros lugares de paso. Recordad que durante las siguientes semanas haré tres posts hablando de tres actividades de este viaje: primero hablando de Rías Baixas, luego de las Islas Cíes y el más importante, hablando del lobo, su problemática y como hacer un turismo responsable.
Qué bonito recorrido!! Nosotros hemos estado varias veces en Galicia y este verano volvemos así que me vendrá genial tu post para tomar nuevas ideas
Se agradece que pueda ser útil. La verdad que hacía años que no iba por tierras gallegas, pese a no quedarme muy lejos el pueblo de mi padre y abuelos. Pero tras esta Semana Santa, me he quedado con ganas de mucho más.