
Fútbol S.A. es todo lo que envuelve el fútbol moderno: Supercopas fuera del país, representantes cobrando más que jugadores, juguetes rotos… ¿pero es realmente esto lo que representa el juego?
Fútbol S.A. ha estado siempre presente en el fútbol y no solo a nivel profesional, también a nivel regional, amateur o futbol base. Es algo normal, ya que al fin y al cabo no deja de ser una organización, con gente que le dedica horas y tareas a realizar, por lo que al final se debe recaudar dinero para poder pagar a quien realice esas tareas y es entonces cuando se recurre al pago de cuotas, los sponsors, los sorteos antes del partido, la organización de eventos para recaudar fondos y un sinfín de maneras que hay para poder afrontar el gasto del día a día.
Por eso considero que Fútbol S.A. ha estado presente siempre en el juego, el problema es el orden que tenían en la escalera de valor del deporte en sí. El Fútbol S.A. existía para ayudar a que se practicara el juego, para hacer posible aquello que nos gustaba a todos: el fútbol. El problema que veo y la tendencia que parece que está cogiendo todo este mundo es que el deporte y el juego no manda, ahora es el Fútbol S.A., el negocio o los intereses los que predominan en la mayoría de las decisiones que se toman. Para demostrar esta tendencia que aprecio me gustaría hacer este post, poniendo diferentes ejemplos donde el Fútbol S.A. ha pasado por encima del juego.
Ligas más desiguales:

Lo de la liga española es una obviedad, ni este año donde ninguno de los dos grandes está nada boyante, hay un equipo que pueda amenazar el título. Pero pasa en todas las grandes ligas de Europa, el famoso Big Six de la Premier, el paso firme de PSG, de Bayern y de Juventus. Un ejemplo donde queda claro lo que estoy comentando es en cómo se han desarrollado los tripletes nacionales en los últimos años.
Hasta el 2014, solo los Celtic en Escocía habían logrado las tres competiciones locales, Liga, Copa y Copa de la liga, en el 67. Sin embargo, de 2014 hasta aquí, se ha repetido cinco veces, una en Portugal con el Benfica, tres en Francia con el PSG y otra con el City el año pasado. Lo mismo ocurre cambiando la Copa de la Liga con cualquier premio europeo, donde hasta antes del 2000 solo lo habían podido lograr 5 veces y en los 20 años que llevamos a partir del 2000, ya se han logrado ocho veces. Hay una clara tendencia a incrementar las diferencias y seguir con estas ligas tan desiguales.
La Supercopa de Arabia:

El ejemplo más claro y manifiesto, pero que además no solo afecta a España, ya que se siguió el modelo de otros países predecesores como Francia o Italia, es la de sacar la Supercopa fuera de las fronteras de cada país. Puedo llegar a entender que se cambie el formato para hacerlo más atractivo, ya que el formato antiguo estaba algo gastado, pero que además se lleve a Arabia, donde ni hay cultura futbolera, ni se respetan los derechos humanos, pero donde si que hay millones a cambio de traer entretenimiento a los jeques de turno.
Luego nos intentan vender que eso se hace en beneficio de la Federación y que se repartirá entre las categorías que más lo necesiten. La realidad es que los importes no son claros y hay cláusulas de confidencialidad, además de dejarnos una cita de espaldas a los aficionados de cada club, una vez más.
El mundial de Qatar:
Si algo deja claro toda la tendencia del Fútbol S.A. y confirma que lo que menos importa es el fútbol, sus aficionados y el juego, es el mundial de Qatar de 2022. Un mundial que se jugará, por primera vez en toda la historia, durante el otoño debido a las altas temperaturas que hay en el Oriente Medio en los meses en los que se suele disputar un mundial.

No voy a empezar a traeros todos los detalles que demuestran que la elección de Qatar y quien está detrás de dicha organización es la más corrupta y deplorable sobre la Tierra, como ya dijo Linejer, prefiero adjuntaros la noticia de la Vanguardia donde se dan buena parte de los detalles para hablar del mundial de Qatar como el mundial de la corrupción.
Lo que está claro es que hay muchos actores que tienen interés en que se siga la línea hacia ese Fútbol S.A. que tanto critico en el post de hoy. Basta ver el ejemplo del señor Roberto Gómez y lo a gusto que se quedó al criticar el nuevo formato de Copa del Rey, por no favorecer a los equipos grandes:
Pero lo que tenemos que tener claro nosotros, los aficionados, es que también tenemos buena parte de culpa. Primero dando voz y alabando a todos los actores que siguen remando a favor del Fútbol S.A., aplaudir cualquier decisión que favorezca a mi club y montando en cólera en el momento en que la decisión perjudique. No vale pagar los precios abusivos que nos imponen, comprarse la nueva camiseta cada año o apoyar al periodista que es de nuestro equipo, pero luego ponerte a llorar si no puedes ver a tu equipo en la Supercopa en casa.
Se debe ser consecuente y esto no es un menú de buffet que puedes elegir que cosas te pones o no en el plato. Va de una corriente mercantilizadora de prácticamente todo lo que envuelve la vida y obviamente el fútbol, por lo que tu poder como consumidor o aficionado es clave. Puedes seguir remando hacía ese Fútbol S.A. o empezar a poner lastre a esa deriva, ¿en qué lado prefieres estar?